
- El gato se comió la carne – dijo Barney.
- ¿Seguro? Llaman a los invitados y discuten el asunto. El trozo de carne de tres kilos se ha volatilizado y ahí está el gato, bien alimentado y satisfecho. “Pesemos al gato”, sugiere uno de ellos. Todos están un poco bebidos y la idea les parece excelente. Van al baño y ponen al gato en una balanza. El gato pesa exactamente tres kilos. El resultado está a la vista de todos. Un invitado dice: “Bueno, ahí está la carne”. Tienen la certeza de saber qué ha ocurrido, ahora hay una prueba empírica que lo confirma. Entonces otro invitado duda y, perplejo, pregunta: “Pero ¿y el gato donde está?”
“Los tres estigmas de Palmer Endritch” – Philip K. Dick
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