Reconozco que es algo que me fastidia. Y también reconozco que alguna vez he caído en ese error. Creo que no muchas, pero también es cierto que tendemos a mirar más la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio, y por ello no debo tirarme flores tan a la ligera. Pero, ¿por qué tratamos siempre de emparejar las cosas que nos gustan, con las que nos parecen bien, o acertadas? A ver, a mi no me gusta la música clásica, pero reconozco que es el súmmum de la composición y la interpretación musical. Pero, ¿no os habéis encontrado alguna vez con alguien que no solo le gusta algo, sino que lo considera lo mejor, por el simple hecho de que lo aprecia más? ¿O peor aún, decís que algo no os gusta, porque no lo entendéis, y la reacción que escucháis de ciertas personas es un "no tienes ni idea", "eso es lo mejor, pero tu eres un ignorante". Pues sí, puedo serlo, puede que eso sea una maravilla, pero no tengo porqué estar obligado a que me guste por ello.
Es como si no se quisiera aceptar que no nos guste algo que a otras personas sí les gusta. Y no tiene porqué ser algo malo. Quizá la sociedad en la que vivimos nos ha impuesto pensar de ese modo. Me parece un error tremendo que nos lleva directamente a la subjetividad, y existe una delgada línea entre ésta y la represión o el totalitarismo, como ciertos estudios filosóficos han definido.
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