jueves, 24 de abril de 2014

Subastando la vida de un animal


Lo primero de todo: ¿no es una aberración el hecho de que se subasten los derechos de vida de un lobo? Como medida de control de población (2000 se calculan en toda España, osea, una miseria), cada cierto tiempo se decide ejecutar a unos cuantos mediante una subasta. El que pague los 4000 euros, tiene derecho a pegarle un tiro. ¿Es esto digno de un país civilizado? Tenemos al lado a otro país, Portugal, donde está terminantemente prohibido la caza del lobo, ni siquiera con exenciones como esta. Pero claro, esto es España. 
Afortunadamente, una asociación llamada Lobo Marley, cuyo objetivo es evitar esta matanza indiscriminada de los lobos, ha sido la que ha comprado los derechos de 2 de estos animales (con la ayuda de aportaciones ciudadanas), sin haber podido llegar a alcanzar el total de ellos, 6, que se subastaban en la Sierra de la Culebra (Zamora), región con mayor concentración de esta especie de toda Europa. Será que es un record que da mala imágen, y quieren perderlo. Desgraciadamente solo tienen hasta noviembre, que es el plazo que dan para que sean capturados y matados, para intentar buscar otra medida que no sea esa.
Las asociaciones de cazadores y ganaderos de la zona se quejan de que siquiera existan estos procedimientos. Supongo que ellos son más de metralleta y extinción. La lástima es que no se extingan ellos. Si tienes ovejas y el lobo viene a comértelas por la noche, guárdalas mejor. Que le pregunte a Cañete, que seguro que encuentran su apoyo para la limpieza lobuna, como ya intentó en otra ocasión.
A ver lo que tardan en decir que hay que pegarles más tiros a nuestras águilas imperiales, que nos roban las gallinas.

1 comentario:

SARAPERI dijo...

Como bien dices, esto es España, donde el maltrato animal no sólo no se castiga, sino que a veces hasta se considera patriótico, así que como para pedir que dejen en paz a los lobos. A este paso pedirán que vayan al supermercado a por la carne, en lugar de pensar que lo mejor es dejar de soltarles la comida por su habitat natural. Como bien dices, el que quiera tener vacas, ovejas, etc. por los montes, que los cuide o que los lleve a otro sitio.